Los océanos absorben más dióxido de carbono del que estábamos calculando
Un reciente estudio pone de manifiesto que hasta ahora hemos estado subestimando el papel que juegan los océanos a la hora de absorber CO2 de la atmósfera. Estas son las razones.
Mario Picazo
Los modelos numéricos que simulan el futuro clima terrestre subestiman cuánto CO2 absorben los océanos de la atmósfera
La investigación del cambio climático se basa entre otras cosas en el uso de modelos numéricos para realizar simulaciones sobre como podría ser el futuro clima de la tierra.
Pero parece ser que hasta la fecha, muchos de esos modelos de cálculo, han estado subestimando la forma en la que algunas regiones oceánicas absorben dióxido de carbono (CO2) de nuestra atmósfera.
Un reciente estudio realizado por científicos de la universidad de Exeter en el Reino Unido, pone de manifiesto como el flujo de carbono entre la atmósfera y algunos de los océanos terrestres, se subestima en los cálculos que realiza los modelos climáticos.
Para calcular correctamente los flujos de carbono entre atmósfera y océano, hace falta tener en cuenta las temperaturas del agua en la superficie, pero también a unos metros de profundidad.
La razón principal es que para calcular ese flujo correctamente, no se puede ignorar como hasta ahora, la influencia de las pequeñas diferencias de temperatura que existen entre la superficie del océano y unos pocos metros por debajo. Esas diferencias son muy importantes porque, la solubilidad del dióxido de carbono, depende mucho de la temperatura.
Para realizar el estudio se han analizado datos de satélite para el periodo 1992 a 2018. Cuando se introduce el dato correcto que contempla tanto los datos en superficie del agua como los de a unos metros de profundidad, lo que calcula el modelo de predicción climática, se acerca mucho más a la realidad. E
n algunos casos y para zonas específicas de nuestros océanos, se ha podido comprobar, que la absorción de carbono se multiplica por dos.
Si bien la absorción de carbono que realizan los océanos puede ayudar a frenar la acumulación de gases de efecto invernadero, el exceso de carbono tiene una variedad de consecuencias negativas para los ecosistemas marinos. A medida que aumentan los niveles de CO2 en el océano, el agua del océano se vuelve más ácida.
La acidificación de los océanos es una grave amenaza para las especies que construyen esqueletos y conchas de carbonato de calcio, incluidos moluscos, erizos de mar, estrellas de mar y corales. Estudios recientes sugieren que es probable que este problema empeore durante las próximas décadas.